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Joy es una película inspiradora, que nos invita a pensar sobre los desafíos de emprender y también en la recompensa al final del camino. Está basada en una historia real: la de Joy Mangano, inventora de la mopa (sí, esa que probablemente vos también te compraste). Por lo tanto, su protagonista es una mujer común que arranca un negocio a puro instinto e ingenio. 

Joy Mangano, quien se animó a emprender aún teniendo que superar muchos obstáculos, con la mopa que inventó.
Joy Mangano con su mopa. Fuente: Twitter

Con una dosis de drama familiar y comedia, encontramos en esta peli muchas situaciones complicadas, pero también formas inteligentes de resolverlas y superar adversidades. El camino de emprender no es fácil, sin embargo con perseverancia, organización y confianza, se puede lograr. Si estás con ganas de emprender o te identificaste con la historia, bancá un minuto antes de mandarte de lleno; hay al menos cinco aspectos básicos a tener en cuenta para atraer el éxito. 

1. Familia y negocio, ¿asuntos separados?

Hay una creencia popular que indica que es mejor mantener a las amistades y a la familia lejos del negocio. Puede ser cierto, pero también relativo. Si decidís que sean parte de tu equipo, dejá las cosas claras desde un principio: roles, tareas y responsabilidades. Trabajar con quienes estimás tal vez tenga sus puntos difíciles, pero también son las personas que mejor te conocen y, si las cuentas están claras, podría ser una excelente experiencia. 

2. Usá los préstamos de forma inteligente

En Joy aprendemos que los préstamos pueden ser grandes aliados si se usan sabiamente. La protagonista pide prestado a familiares y después cae en una espiral de hipotecas y aumento de costos de insumos. Los imprevistos existen, pero antes de pedir plata calculá bien lo que vas a necesitar, evaluá las tasas de interés, y armate un plan para poder solventar ese crédito. En otras palabras, ¡organizate para saber cómo devolver el dinero! 

Es fundamental tener en claro que ese tipo de deuda facilitadora vale la pena si cuando la terminás de pagar te encontrás con una propiedad o rentabilidad mayor que la que tenías antes.

3. Un plan de negocios, siempre

Empezar un emprendimiento sin este instrumento es como largarse a manejar un vehículo con los ojos vendados: sale mal. Este plan te va a permitir tener proyectado el crecimiento de tu negocio, estructura de la empresa, estudio de mercado, planes de crisis y mucho más.

La verdadera Joy Mangano. Fuente: @JoyMangano


¿Cómo hacerlo? En internet vas a encontrar diferentes opciones, pero es importante saber que sí o sí tiene que estar por escrito y contemplar de dónde obtendrás el capital para arrancar, a quiénes les querés vender tu producto o servicio, qué te diferencia de la competencia, cómo te vas a comunicar con tus clientes, cómo vas a cobrar, si vas a tener alianzas estratégicas (socios), y cómo conseguirás ganancias teniendo en cuenta los gastos.  

El plan de negocios resultará clave para cuando no sepas qué hacer. Es importante revisarlo y actualizarlo para que se ajuste a la realidad del momento. ¿Suena un poco bodrio? ¡Será tu brújula y salvavidas!  

4. Las herramientas, a tu favor

Joy logra vender 50000 mopas en una noche, ¿te gustaría lograr lo mismo? La clave es que encuentres formas innovadoras de mostrar tu producto o servicio, y marques el diferencial con lo que ofrecés. En esa época, el furor eran los canales de televenta. Hoy en día, sin una tienda online (ecommerce), redes sociales y opciones variadas de cobro, ¡sonaste! Atenti con eso. 

Hoy podés expandir tu negocio de muchas formas, una es la ampliación de medios de pago.  Por ejemplo, podés usar dispositivos para cobrar con todas las tarjetas de débito y crédito. El nuestro se llama Toque y lee tarjetas contactless, con chip y banda magnética. Una joyita que te la hace simple a vos, y le facilita la vida a tus clientes.

5. El precio justo a tus ideas

Uno de los mayores desafíos que enfrenta Joy es ponerle el precio a su producto y justificarlo ante desconocidos. Cuando debas hacerlo, tenés que tener en cuenta la mano de obra, el tiempo que te llevó desarrollar la idea, los prototipos, y un colchón adicional para hacerle frente a los insumos necesarios. Tu trabajo lo vale, y ponerle un precio bajo solo para vender, es un grave error. Como decía el abuelo: “es pan para hoy, hambre para mañana”. 

En conclusión, ningún negocio exitoso se hace de la noche a la mañana; vas a necesitar perseverancia, dedicación y esfuerzo. Emprender significa trabajar sin horarios fijos y durante fines de semana o feriados, pero tiene muchos beneficios. Eso sí, no dejes todo librado a la suerte, armá tu propio plan.

Después de muchos intentos, errores y aciertos, Joy consigue crear su imperio. Y vos, ¿qué esperas para empezar?

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