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¿Te parece que armar un presupuesto es un bodrio? Si sentís que una planilla de Excel te limita y solo te deja pensando en controlar tus gastos sin poder disfrutar tu día a día, te avisamos que no es así. Un error bastante común puede ser no pensar en tus gustitos y momentos de ocio. Te contamos cómo hacerlo equilibrando la diversión y el orden. 

Cuando hablamos de plata lo primero en lo que pensamos es en las facturas, las obligaciones, los pagos pendientes, deudas y ahorro. Esto suele generar estrés y resultar tedioso, dejando poco lugar para el disfrute. Sin embargo, es posible cambiar esta idea que tenemos sobre la plata y pensarla como algo bueno. Te damos algunos tips de cómo lograrlo.

  • Ahorrá para algo en específico

¿Fichaste una campera? ¿Tu sueño es tener la última consola? ¿Querés hacerte una escapada el finde? Anotá lo que querés -¡aunque sea un delirio!- y ponete el objetivo de juntar la plata para comprarlo.

  • Incluí en tu presupuesto un monto destinado al ocio

Ya sabés que en tu planificación tenés que poner las cosas importantes, pero te podrías estar olvidando de algo: ¡la diversión! Cuando te organices a principio de mes, separá un puchito para vos. Puede ser que en principio no sepas para qué lo vas a usar, pero si más adelante tenés ganas de comprarte algo, ya sabés que lo tenés cubierto. 

  • Esperá 24 horas 

Si viste algo que te encantó y necesitás, bancala un toque. Nuestro mejor consejo es que si viste algo que te tentó mucho, lo dejes en remojo mental unas horas. Si al día o la semana siguiente seguís pensando en eso y entra dentro de tu presupuesto, ¡dale para delante!

  • ¿Cuáles son tus hobbies y pasiones?

Si llegaste acá y todavía creés que no podés organizar tu ocio, te damos otro consejo. Preguntate cuáles son las cosas que te apasionan: puede ser que te guste armar rompecabezas, salir a cenar o coleccionar camisetas de fútbol. Con esto en la cabeza, proponete incluir dentro de tu presupuesto, por ejemplo, la posibilidad de comprarte una casaca deportiva nueva cada tres meses. De esta manera, vas a tener tu plata en orden y con un changüí –sí, dijimos changüí– para lo que más te gusta hacer.

Entonces, ¿es posible ser feliz y mantener el orden? ¡Totalmente! Es más, te prometemos que vas a arrancar el mes más tranqui, sabiendo que tenés más aspectos bajo control y la libertad para vivir experiencias o adquirir cosas que te gustan. 

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