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A cualquiera nos puede pasar que, de repente, las deudas empiezan a acumularse. Suelen empezar siendo chiquitas y, casi sin que nos demos cuenta, consumir mucho más de lo que nuestros ingresos pueden afrontar. En estos casos -o mejor, antes de que llegue a suceder- es clave saber cómo salir de las deudas.

Obvio que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero con un plan realista que te ayude en el paso a paso de cómo salir de las deudas, es posible volver al equilibrio financiero. Porque siempre es mejor cubrir todas las obligaciones antes de que la pregunta “¿qué pasa si no puedo pagar mis deudas?” te empiece a respirar en el cuello.

¿El secreto? Planificar a conciencia. ¿Cómo hacerlo? Te lo explicamos acá.

¿Por dónde empezamos?

Cuando ya superaste tu capacidad de endeudamiento, tenés que empezar a pagar tus deudas, no queda otra. Solo de esta forma vas a poder recuperar tu salud financiera y volver a tener una relación más equilibrada con el financiamiento. 

Antes de arrancar en serio, tenés que detectar tus patrones, entender qué te llevó a endeudarte a ese punto. Más que nada para que no se convierta en una historia sin fin de endeudarte y desendeudarte. La clave de cómo salir de deudas en Argentina es hacerlo una vez y no volver a recurrir al financiamiento sin responsabilidad y control.

Una vez que tengas este temita más claro, tenés que asumir que el proceso no es mágico: no te vas a desendeudar de un día para el otro. Más bien todo lo contrario. El plan va a demandarte tiempo y la cabeza puesta en el juego, como si fueras de los Wildcats. Pensalo como una inversión.

Ahora sí, estamos en condiciones de arrancar con todo.

Paso 1: armá tu presupuesto

Y sí, es justo y necesario. Necesitás conocer tus ingresos, gastos fijos mensuales (alquiler, expensas, supermercado, servicios), préstamos, tarjetas de crédito, y gastos variables. Esta cuenta debería arrojar un saldo. 

Si el resultado da negativo varios meses seguidos, ¡alerta! Lo más probable es que ese número negativo vaya creciendo mes a mes, porque se hace una bola de nieve producto de arrastrar una deuda de un calendario al otro, si no logramos achicar gastos o generar ingresos extra. Es hora de actuar.

Salir de las deudas

Julio
Ingresos                           $80000
Gastos fijos                       -$50000
Préstamo                          -$19500
Tarjeta de crédito 1           -$33000
Tarjeta de crédito 2           -$10500
Gastos variables               -$9000
SALDO                             -$42000
El presupuesto es fundamental para salir de las deudas

Agosto
Ingresos                            $88000
Préstamo mamá               $30000
Gastos fijos                        -$53000
Préstamo banco                 -$21000
Tarjeta de crédito 1            -$30000
Tarjeta de crédito 2            -$11500
Gastos variables                -$12000
SALDO                             -$9500
Ese préstamo de la jefa suprema de la vida ayuda, pero hay que devolverlo, ¿no?

Septiembre 
Ingresos                                 $88000
1° cuota préstamo mamá        -$5000
Gastos fijos                             -$57000
Préstamo banco                      -$22000
Tarjeta de crédito 1                  -$20000
Tarjeta de crédito 2                  -$11000
Gastos variables agosto          -$15000
SALDO                                    -$42000
Ejemplo de un presupuesto

Ay, qué macana. Este trimestre nos dejó en rojo, ¿no? Y lo más probable es que ese número negativo vaya creciendo mes a mes, porque arrastrás una deuda de un calendario al otro, si no lográs achicar gastos o generar ingresos extra.

Paso 2: definí el nivel de endeudamiento

El momento de la verdad: hay que conocer a fondo el nivel de endeudamiento. Para esto, hacé una lista con todas las deudas que tengas. Tarjetas de crédito, préstamos con entidades financieras, ayudas familiares, etc; absolutamente todo cuenta.

Sumá todos los montos, y dividí el resultado por la cantidad de tus ingresos. El resultado es tu nivel de endeudamiento. ¿Qué significa el número?

  • Menor a 0,3: saludable
  • Entre 0,3 y 1: debés menos de un sueldo
  • Igual o mayor a 1: debés un sueldo o más
  • Mayor a 2: debés más de dos sueldos

Acá, un ejemplo: 

Préstamo mamá                 $25000

Préstamos bancario           $180000

Tarjeta de crédito 1             $30000

Tarjeta de crédito 2             $15000

TOTAL                                $250000

Para darte una idea, tenés que dividir esa deuda por tus ingresos: 

250000 / 88000= 2,84

La persona del ejemplo debe casi tres sueldos.

Paso 3: armá el plan de pago

El primer paso es admitirlo, y el segundo es actuar en consecuencia. Si ya sabés que el nivel de endeudamiento es alto -o estás al límite-, ahora es tiempo de armar tu plan para establecer cuánto podés devolver mes a mes, y en qué áreas recortar para cumplir estas obligaciones.

Aprovechá para identificar “tus puntos flojos” y patrones. 

¿Considerás que sos una persona que cuida la plata? Entonces tal vez tengas mucho desorden o falta de conocimiento sobre una correcta administración del dinero. 

¿Caés frecuentemente en los gastos emocionales? Si para celebrar o superar un momento de tensión, corrés a comprarte una pilcha, ¡ahí tenés la primera alerta! 

¿Los gastos hormiga están convirtiéndose en termitas porque no te das cuenta en qué se te va la plata? 

¿No te querés perder ninguna salida ni escapadita con la banda amiga, y tarjeteás desde los pasajes hasta los pastelitos para el mate? 

Vos te conocés mejor que nadie. Sincerate en este punto y analizá tus deslices o costumbres para ver qué podrías cambiar para sanear tu economía.

Paso 4: elegí un método para salir de las deudas

¿Qué pasa si tengo muchas deudas? Es posible que la cantidad te abrume, lejos, lejísimo de desesperar, hay que actuar. A la pregunta sobre qué deudas se deben pagar primero, no hay una sola respuesta. Métodos posibles: 

  • Pedir un préstamo: de esta forma, juntás todas tus deudas en una sola y es mucho más fácil de pagarlo. Este método es casi de relojería y exige mucho orden y responsabilidad. Volviendo a ese ejemplo en el que debés $250000, podrías pedir un préstamo por ese momento, y pagar las tarjetas de crédito, el préstamo original bancario, y devolverle la plata a tu mamá. De ahora en más te podés concentrar en cumplir sí o sí con el pago de una única cuota (la del préstamo nuevo). Esta elección puede brindarte algo de orden y paz mental, pero tenés que tener en cuenta que tal vez una entidad financiera no te otorgue un préstamo por tu scoring crediticio, y si lo hace, tal vez sea con una alta tasa de interés. 

  • De menor a mayor: empezás por las de menor capital y así vas saldando una tras una, pagando las más “fáciles” rápido, de modo que te motive para seguir adelante.

  • Según la tasa de interés: las deudas con mayor interés son las más costosas a largo plazo, por lo que podés pagar esas primero para que la carga no se haga tan pesada más adelante.

  • Bola de nieve: empezás de la más grande a la más chica, y las vas cancelando de acuerdo a ese criterio. Lo mejor de esta modalidad es que te vas sacando mochilas de encima de una manera concreta, y eso te motiva. Pero hojaldre, las otras deudas siguen generando intereses.

  • Refinanciación: acá toca sincerarse con cada persona o entidad acreedora, y pedir un plan de pagos realista que puedas afrontar. Sería como barajar y dar de nuevo.

Paso 5: ¿y ahora?

Ahora hay que decidir cómo seguir. Compartí un mate con tu presupuesto, e identificá qué gastos podés resignar. Acordate que, elijas el método que elijas, vas a estar un tiempo pagando deudas y en modo ahorro. Sí, dale. Copate. Es por tu bien y para asegurarte un futuro tranquilo en el que puedas empezar incluso a ahorrar e invertir. 

Paso 6: registrar todo

Mientras el paso 5 avanza a paso firme, hay que mirar con siete lupas tus gastos, no vaya a ser que te endeudes de nuevo. Podés hacer lo siguiente:

  • Registrá cada gasto. ¿Chicles? ¿Un viaje en colectivo? ¿Un café de camino al trabajo? ¡Toooooodo! Verlos todos juntos puede ser un sacudón increíble, que no solo transparente en qué se te va la plata, sino que evidencia que muchos de esos ítems podrían haberse evitado. 

  • Evitá las compras no planificadas. 

  • Acordate de la intranquilidad que causan las deudas. 

  • Elegí personas que te acompañen en este camino. 

Paso 7: generar ingresos extra

Después de todos esos pasos, también puede suceder que te des cuenta que simplemente tenés pocos ingresos. Lamentamos informarte que no vas a recibir el premio a la originalidad, porque estás en la misma que muuuuuuuchas personas. Muchas. ¿Entonces, qué hacemos? Podrías considerar generar ingresos extra. Solo vos podés saber si estás en condiciones de asumir algún otro empleo, o dedicarle tiempo a un microemprendimiento. Acordate de aprovechar tus pasiones y talentos, detectar necesidades de quienes te rodean, y de dejarte algo de tiempo para descansar como corresponde.    

Llegado este punto queremos abrazarte y felicitarte por ponerle onda a este proceso. Si te llenaste de deudas por falta de Educación Financiera, celebramos que estés por acá para evitar que eso vuelva a pasar. 

¿Te pasó de deber mucha plata? Contanos si lo solucionaste, y cómo. ¡Nos encantaría leerte y que nos sirvas de inspiración!

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