¿Qué pasa si envío una foto de la tarjeta de crédito?

Si bien el mundo digital nos ofrece infinitas posibilidades, también nos expone a riesgos que, a veces, subestimamos. Hoy vamos a charlar sobre por qué enviar una foto de la tarjeta de crédito puede ser una muy muy mala idea. MUY MALA. 

Así como ya te explicamos qué hacer si te robaron o perdiste tu tarjeta, hoy te contamos acerca de las distintas estafas en internet y cómo evitar caer en ellas. Vamos a explorar no solo por qué no deberías compartir una foto de la tarjeta de crédito, sino también qué hacer si te encontrás en esta situación. ¿Vamos?

Estafas virtuales: más allá del correo sospechoso

Las estafas en internet evolucionaron, y los ciberdelincuentes se vuelven cada vez más astutos y creativos. Desde correos electrónicos que te alertan sobre cargos inexistentes hasta mensajes que te prometen premios increíbles, la variedad es amplia y, a veces, sorprendentemente sofisticada. 

El carding, por ejemplo, es una técnica que permite a los delincuentes hacer compras con tu tarjeta sin siquiera tenerla en sus manos. Utilizando algoritmos y softwares, los “bineros”, como se los conoce en el mundo del ciberdelito, generan números de tarjeta hasta dar con uno válido y activo, y ¡pum! Ahí comienza el desastre.

No mandes fotos de tus tarjetas, sin peros

La tecnología es esa maravillosa herramienta que nos permite hacer prácticamente de todo con solo un par de clics. Pero, como todo en esta vida, también tiene su lado oscuro. Enviar una foto de la tarjeta de crédito puede parecer algo sin importancia, especialmente si confiás en la persona que está del otro lado. Pero, ¿alguna vez pensaste en los problemas que podría traerte esa simple imagen?

⚠️ Fraude financiero. Alguien con los números de tu tarjeta y tu nombre tiene la llave a un shopping online sin límites. Y, aunque algunos lugares piden el código de seguridad para comprar, otros no, facilitando el camino para los estafadores.

⚠️ Robo de identidad. Tu tarjeta tiene datos valiosos para quienes practican el robo de identidad. Podrían usar esa información para abrir cuentas, suscribirse a servicios y, básicamente, armar un lío financiero que te va a costar desenredar.

⚠️ Seguridad personal. Proteger tus datos personales es vital en un mundo donde la privacidad es cada vez más escasa. La información de tu tarjeta puede ser un punto de partida para que te localicen o identifiquen fuera del mundo virtual.

⚠️ Violación de términos. Los bancos se esfuerzan por proteger a sus clientes. Compartir una foto de tu tarjeta no solo te pone en riesgo a vos, sino que también va en contra de los términos de servicio de tu entidad financiera, pudiendo resultar en la cancelación de la tarjeta o incluso en la negación de futuras reclamaciones de fraude.

⚠️ Mayor exposición a estafas. Al compartir una foto de tu tarjeta, te convertís en un blanco fácil para estafadores que, con un poco de ingeniería social, podrían intentar obtener más información sobre vos, como tu dirección, fecha de nacimiento o incluso tu número de seguridad social.

⚠️ Violación de privacidad. Aunque confíes plenamente en la persona a la que le enviaste la foto, no podés controlar dónde terminará esa imagen en el futuro. Podría ser compartida, ya sea intencionalmente o por accidente, exponiendo tus datos a un público más amplio.

Por lo tanto, aunque pueda parecer la opción más rápida y fácil para hacer un pago, enviar una foto de tu tarjeta de crédito es un riesgo que simplemente no vale la pena correr. 

¿Y si ya es demasiado tarde? Pasos a seguir

Si tus datos ya fueron comprometidos, respirá hondo y ponete en acción. Comunicate con tu entidad financiera, informá la situación y seguí sus indicaciones al pie de la letra. Monitoreá tus cuentas y, ante cualquier movimiento sospechoso, alertalo de inmediato. Recordá que la prevención es clave, pero si ya caíste en la trampa, la acción rápida puede minimizar el daño.

Cómo denunciar una tarjeta en Naranja X

En la app, buscás la sección TARJETAS en el menú inferior, y luego tocás donde dice TARJETAS DE CRÉDITO. Una vez ahí, buscás TUS TARJETAS. En el margen superior derecho (en la esquinita) hay tres puntitos. Desde ahí accedés a DENUNCIAR TARJETAS.

¡Ojo alerta! Otras estafas comunes para estar atenti

Las estafas cibernéticas, con sus múltiples formas y estrategias, son un desafío constante para quienes navegan por la red. Cada tipo de estafa tiene sus propias características y modus operandi, diseñados para despojar a las personas desprevenidas de su información y recursos financieros. 

Es crucial estar al tanto de las distintas tácticas que los ciberdelincuentes pueden utilizar para acceder a tus datos personales y financieros. Estas son algunas de las estafas más habituales que podrías cruzarte mientras gestionás tus finanzas en línea.

Phishing. Esta estafa se basa en la creación de páginas web falsas que se disfrazan de entidades legítimas para robar tus datos. Podrían parecerse mucho a la página de tu banco o de una tienda online popular, pero en realidad, son trampas diseñadas para obtener tu información.

Vishing. En este caso, los estafadores te llaman, haciéndose pasar por tu banco o alguna otra entidad confiable, y te piden que verifiques información sensible, como los números de tu tarjeta o tu contraseña.

Skimming. Esta técnica implica el uso de pequeños dispositivos, conocidos como “skimmers”, que se colocan en los lectores de tarjetas de los cajeros automáticos para capturar y almacenar todos los detalles almacenados en tu tarjeta.

Fraude con tarjeta de crédito. Este tipo de estafa es directo: alguien usa tu tarjeta para hacer compras sin tu consentimiento. Puede ocurrir de diversas maneras, como a través del robo de la tarjeta física o de la información de la misma (como puede ser a través de una foto de tus tarjetas).

Las estafas con tarjetas de crédito no son sólo un titular en las noticias, es una realidad que puede afectar a cualquiera que baje la guardia. Pero, con la información correcta y una actitud proactiva, podés ponerle un alto y navegar con seguridad. ¡Mantené siempre esa alerta activa!